20/7/11

¡Oh, por fín!

Hace ya casi dos años, en una de las entrevistas que me hicieron en Murcia a propósito de la presentación de mi primer LP, me preguntaron si tenía ya canciones nuevas. Yo respondí que, desde hacía un par de meses, tenía compuesto un disco de 17 canciones.

Mucha gente entiendió aquello como un gesto de soberbia artística, ya que, hasta hace un año y medio, el disco no fue cobrando forma en el estudio. He dicho muchas tonterías desde entonces pero al final siempre me he vuelto solo a casa. Quizás fue un error de marketing revelar los planes con tanta antelación, pero yo no soy un buen vendedor ni vosotros grandes compradores.

Durante todos esos meses, se me ha recriminado no tocar demasiado por ahí, no estar en el momento ni el lugar para oler selectas entrepiernas; descuidar, ente comillas, ciertos aspectos que no tienen que ver con mi oficio, los cuales no he sabido o no he podido (o no he querido) administrar a la nueva usanza. También incluso de regodearme en mi propio descontento como motor creativo. Porque, lo cierto, es que, hoy en día, con hacer canciones no vale. O mejor dicho, a quien no le vale es a la gente que no hace canciones. Pero muchísimo menos, amigo, vale quejarse. No obstante, y gracias a Dios, cuento un pequeñísimo pero maravilloso grupo de gente que sé que me va a llevar de la mano cuando lo necesite. Aunque sea hacia el precipicio.

También hubo gente que me dijo que no era demasiado acertada la idea de sacar un segundo disco tan denso como éste, pero es lo que quería hacer y, precisamente en ésto, es en lo único en lo que no acepto consejos.

Pero, ojo, tampoco es una cuestión de ir a contracorriente porque sea un plano fantástico cómo me sopla el viento en la cara. No estoy construyendo una Poética del talento desperdiciado. Ni protesto, ni me resigno, ni me reevindico.

A mi sólo me interesa la música que hago yo y la que me gustaría hacer. Y no voy a hacer otra cosa que trabajar en eso.

Así que el día 1 de septiembre, por fin, podremos enseñar un adelanto de todo el trabajo en el que hemos estado implicados durante este tiempo. Pero, además de las horas y horas de estudio, en las que han estado atormentados el productor y los músicos, se me viene a la cabeza todo ésto. Y me parecía que era importante que lo supieras.

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