El amor siempre,
siempre,
es un país
con costmbres distintas a las tuyas.
La distancia, muchas veces,
se parece a un frigorífico
por detrás.
Y el crimen,
el crimen,
de vez en cuando,
es sólo una chica
con los ojos cerrados.
Con los ojos cerrados
y las manos abiertas.
Aun así,
por favor,
déjame
lamer
la hoja
del cuchillo
después.
Para una puta cosa que te pido,
tía.
Simplemente bestial. En la e+poca pasada, pero hace muchos años, te hubiesen dicho que invocas a Satanás y todo eso.
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