La huella que dejó la noria

Septiembre es un avión
que no termina de despegar.

Las farolas se encienden a las nueve de la noche,
pero el sol no se ha ido del todo.

Uno de los dos tiene que estar equivocado.

En otro país hay campos de girasoles
inmensos
detrás de tu ventana
y tú tienes que escribir sobre ello
y sobre la importancia
de escribir
sobre ello.

Luego debes bajar a la calle y comprar algo de comida.
Leer el periódico.
Pensar en los fichajes,
en los amigos
y en los medicamentos.

Siéntete cómodo y tranquilo,
pero nunca bien.

Estamos en ello.

Estamos muy cerca de conseguirlo.

Al final de la película sólo veremos un avión
yéndose.
O llegando.

Por eso huele a definitivo.